A pesar de encontrarse en el corazón de México, lejos de las playas que suelen atraer a los turistas internacionales, la Ciudad de México tiene un secreto bien guardado: Tecolutla, un pequeño pueblo costero en Veracruz que ofrece un refugio perfecto para escapar de la rutina en solo cuatro horas de viaje.
Con su autenticidad intacta, Tecolutla se presenta como una joya escondida donde es posible sumergirse en aguas esmeraldas, deleitarse con los mariscos más frescos y explorar los manglares que rodean la zona. Aunque el principal atractivo son sus paisajes naturales, el centro de Tecolutla también tiene su encanto, especialmente si se disfruta de un helado mientras se pasea.
Uno de los puntos destacados es el Museo Marino, un pequeño pero fascinante espacio que ofrece una mirada más cercana a las especies que habitan en la región. Además, Tecolutla se encuentra inmersa en manglares atravesados por el río Tecolutla, donde es posible realizar paseos en bote y avistar una amplia variedad de fauna local, desde lagartos hasta cormoranes.
La playa de Tecolutla, la más cercana a la Ciudad de México, ofrece un ambiente tranquilo y familiar, con pocos turistas durante la temporada baja y un oleaje generalmente calmado. Sin embargo, es importante tener precaución con las corrientes, ya que se trata de mar abierto. Los restaurantes locales ofrecen una deliciosa variedad de mariscos frescos y platillos tradicionales, perfectos para disfrutar mientras se contempla el mar.
Tecolutla marca el inicio de la Costa Esmeralda, un corredor turístico que se extiende hasta Nautla y ofrece algunas de las playas más hermosas de la región. Santa María del Mar y Barra Boca de Lima son solo algunas de las opciones cercanas que destacan por sus aguas cálidas y sus paisajes exuberantes. Para los amantes de los deportes acuáticos, Barra de Tenixtepec, a 32 kilómetros de Tecolutla, ofrece una experiencia única.