El emblemático glaciar del Pico de Orizaba, la montaña más alta de México y tercer volcán más alto del mundo, se enfrenta a su inminente desaparición antes de 2030, según advierten científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Veracruzana (UV). Tras casi 550 mil años de existencia, este gigante helado, conocido como el Glaciar Jamapa, sucumbe ante los estragos del calentamiento global, lo que representa una grave amenaza para las poblaciones aledañas de Puebla y Veracruz.
Mediciones recientes revelan que el calentamiento atmosférico ha provocado un rápido derretimiento del glaciar, que se estimaba tardaría entre 20 y 25 años en extinguirse. Sin embargo, el acelerado cambio climático ha reducido este plazo, dejando hasta 2030 como el máximo tiempo estimado para su supervivencia. Esta situación genera preocupación por las secuelas que traerá consigo.
Hugo Delgado Granados, experto en Glaciología y Vulcanología de la UNAM, advierte que la desaparición del Glaciar Jamapa desencadenará una serie de problemáticas a largo plazo. Entre ellas, destaca la desadsorción de la radiación, que exacerbará las sequías en el Valle de Serdán y comprometerá la capacidad de infiltración hídrica en los acuíferos locales.
Francisco Javier Sánchez Ruiz, miembro del Sistema Nacional de Investigadores, subraya que la extinción de este glaciar simboliza el último aliento para los ecosistemas estratégicamente ubicados entre los trópicos de Cáncer y Capricornio. La desaparición del Glaciar Jamapa, el último de su tipo en el Citlaltépetl, representa una pérdida irremplazable para la biodiversidad y la estabilidad ambiental de la región.
Ante esta alarmante realidad, es urgente tomar medidas para mitigar los efectos del cambio climático y proteger los ecosistemas vulnerables como el del Pico de Orizaba. El tiempo apremia y la acción colectiva es crucial para enfrentar este desafío y preservar nuestro patrimonio natural para las generaciones futuras.