Con el propósito de honrar y preservar la riqueza cultural de los pueblos originarios, inició la vigésima quinta edición de la Cumbre Tajín, un evento emblemático que destaca la importancia del maíz como recurso biocultural y que marca el inicio del Primer Encuentro de 8 Patrimonios Inmateriales de la Humanidad.
Bajo el lema «Xokgonat» (Semilla de la Posteridad), el presidente del Consejo Supremo Totonaco de Organizaciones y Comunidades, Gerardo Cruz Espinoza, dio la bienvenida a visitantes y locales, haciendo un llamado a la preservación de la lengua originaria, la dieta tradicional y el cuidado de la tierra.
El Festival de la Identidad tiene como eje central el «Patrimonio Biocultural: el maíz», y cuenta con la participación de 515 representantes de Canadá, El Salvador y diversos pueblos originarios de México. Además, se inaugura el Primer Encuentro de Patrimonios Inmateriales de la Humanidad, que reúne expresiones culturales tan significativas como el mariachi, la cocina mexicana, la talavera, la charrería, los Voladores de Papantla, el Día de Muertos y la pirekua.
Previo a la inauguración oficial, autoridades indígenas y gubernamentales solicitaron permiso y bendición al Kantiyán (Casa Grande de la Sabiduría) para el desarrollo de más de mil 200 actividades y la participación de 3 mil personas, que enaltecen la cultura viva en el Parque Temático Takilhsukut y en el Centro de las Artes Indígenas (CAI).
La ceremonia ritual de los Voladores de Papantla, reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, se llevó a cabo en la Plaza del Volador, como un tributo a la fertilidad y como una oportunidad para compartir y fomentar el conocimiento ancestral.
Organizada por la Secretaría de Turismo, la Cumbre Tajín representa un compromiso con el respeto a los pueblos originarios, sus tradiciones y su derecho a la autodeterminación. Destacando su importancia, el titular de la dependencia la describe como el festival cultural más importante de México, enfocado en preservar y difundir la riqueza de la cultura totonaca y de la ciudad sagrada de El Tajín.
Durante más de 100 horas de programación cultural y en 5 foros simultáneos, la Cumbre Tajín ofrece una experiencia didáctica donde las y los totonacos comparten su legado a través de la artesanía, la gastronomía, talleres, danzas y tradiciones. La semilla de la posteridad se siembra en cada actividad, en cada intercambio cultural, en cada momento de reflexión.