Los chiles rellenos son muy populares en todo México, y pueden tener los más variados rellenos, desde guisados con carne, verduras, variedades de quesos, frutas, etc.
Muchos tipos de chiles secos o frescos pueden ser rellenados. En el centro del país, el más básico, es el chile poblano relleno de queso en caldillo de jitomate, también están los más laboriosos, como por ejemplo los chiles en nogada que se consumen en épocas de fiestas patrias. En la receta de hoy, se utiliza el chile poblano que es un chile de olor muy característico, que pica muy poco, ya que posee poco contenido de capsaicina (componente activo de los pimientos picantes).
Ingredientes
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Para los chiles: 6 chiles poblanos (parecidos a los pimientos verdes), queso tipo panela (u otro queso de su preferencia), 5 huevos, harina para rebozar.
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Para el caldillo de jitomate: 4 jitomates asados, 1/4 de una cebolla, 1 diente de ajo, 3 cucharadas de pan molido, 2 tazas de caldo de pollo, pizca de mejorana y tomillo, aceitunas para decorar (opcionales).
Cómo hacer chiles rellenos de queso
El primer paso es quitarle la piel a los chiles. Para ello, se colocan los poblanos directos al fuego, deben quedar de aspecto quemado por todos lados. Se colocan dentro de una bolsa de polietileno para que suden, por una media hora. Luego, con ayuda de un paño, se procede a rasparlo para retirarles la piel. Se termina este proceso bajo el chorro de agua y tallando con las manos delicadamente. Hacerles un corte longitudinal para extraer las semillas (bajo el chorro de agua). Escurrirlos y rellenarlos de queso. Reservar.
Elaboración del caldillo: Asar los jitomates (tomates) con el trozo de cebolla y el ajo. Licuar y colarlos. En una olla, colocar un chorrito de aceite y sazonar esta salsa por 10 minutos a fuego bajo. Agregar 3 cucharadas de pan molido, mezclar, agregar el caldo de pollo y hervir por 15 minutos a fuego medio/bajo revolviendo ocasionalmente. Reservar.
Para capear los chiles: Batir las claras a punto de nieve, agregar una a una las yemas y batir unos minutos más. Pasar los chiles ya rellenos de queso por la harina, luego por el huevo batido y freirlos en una sartén con aceite caliente. Voltearlos para freir de todos lados. Escurrir sobre papel de cocina. Sumergir los chiles ya capeados en el caldo de tomate, hervir dos minutos y servir bañado en la salsa.