Yo sé, que muchos de ustedes están en busca de reducir harinas y grasas en su alimentación, si NO es tu caso te dejamos estos hotcakes rellenos de chocolate, pero si lo que quieres son unos deliciosos hot cakes ¡no hay porque resistirse! Aquí están sin harina, con su trocito de mantequilla, miel de maple, mermelada o tu topping favorito, aunque seguro nada bueno para la dieta.
Pues bien, hoy les propongo unos hot cakes de avena y plátano, muy saludables, sin casi nada de grasa, sin harina y con buena consistencia, ni siquiera notarán la falta de harina en ellos. Y sí, están muy ricos.
Ingredientes
Para 8 unidades
- Avena en hojuelas230 g
- Leche300 ml
- Plátanos maduros2
- Canela en polvo5 g
- Estevia3 g
- Sal (1 pizca)
- Extracto de vainilla10 ml
- Polvo para hornear6 g
- Huevo1
- Mantequilla10 g
Cómo hacer Hot cakes de avena y plátano
Dificultad: Media
- Tiempo total15 m
- Elaboración5 m
- Cocción10 m
Para hacer la masa necesitaremos únicamente la licuadora. En primer lugar, ponemos la leche, los plátanos, la vainilla, la stevia o azúcar, la sal y procesamos unos segundos.
A continuación, agregamos las dos tazas de avena, la canela y el polvo para hornear. Encendemos la licuadora y la dejamos trabajar durante un minuto o dos hasta que la mezcla sea tersa y no se perciban las hojuelas de avena. Por último agregamos el huevo, y procesamos ligeramente para que se integre.
Calentamos una sartén, y derretimos la mantequilla para engrasarlo. A continuación vaciamos encima una porción de la masa, aproximadamente 1/4 de taza. El resto del procedimiento ya lo sabemos, esperamos a que las orillas se doren y empiecen a salir burbujas en la superficie y después volteamos, aproximadamente 2 minutos por lado.
Con qué acompañar los hotcakes de avena y plátano
Esta es una buena receta para aprovechar los plátanos maduros. Los hot cakes de avena y plátano tienen un sabor ligeramente dulce gracias al plátano, y si procesamos muy bien la avena en la licuadora, ni siquiera te darás cuenta que está ahí.
Hay que acompañarlos con su trocito de mantequilla, que ya no es pecado pues no hemos usado grasa para hacer la masa, alguna mermelada, cajeta o hasta nutella, al gusto de cada quien, y desde luego un buen vaso de leche.